¿Sabías que la temperatura ideal para dormir oscila entre los 15 y los 23 grados centígrados?

Sobre todo en invierno, solemos descuidar este dato y poner la calefacción a tope. Y eso nos pasa factura a la hora de dormir. Al menos mi experiencia. 

No hace falta ir en manga corta por casa en pleno mes de enero. Ese calor lo notaremos sobre todo a la hora de dormir. 

Está demostrado que un ambiente fresco en la habitación es clave para dormir toda la noche. No te despertará el calor. No te ha pasado nunca estar toda la noche, tapa, destapa, tapa, destapa??? Que horror!

Puedes tener la calefacción durante el día a 21 grados, pero cuando se acerca la hora de dormir, bajarla a 18. De esta manera, aparte de crear un nuevo hábito de sueño más fresquito, ahorrarás money! 

Todo son ventajas! Ahorro y mejor calidad de sueño.

Y al día siguiente, tendrás más energía, más alegría, más ganas de hacer cosas, mente más activa, mejor calidad de ejercicio…

No deberíamos dar más importancia a la alimentación y al ejercicio, que al descanso. 

En realidad, sin UN BUEN DESCANSO, no hay alimentación ni ejercicio que valga…