Tiempo de lectura del Post: < 1 minuto
Desde bien pequeña me ha caracterizado una especial afición por investigar y experimentar. ¿Una terapia nueva? La probaba. ¿Una comida nueva? La probaba. ¿Un suplemento nuevo? Lo probaba. Y así siempre. Un ligero respeto a lo nuevo, pero nunca miedo. Nunca he sabido darle un nombre a las personas que somos así, hasta que hace un tiempo me topé con la palabra “Biohacker” y hubo un flechazo.
Hay mil un millón de definiciones para Biohacking en la red. Con la que más me identifico es con la siguiente:
“El biohacking, más que un ámbito o ciencia es un estilo de vida, una forma de pensar distinta a lo establecido, biológicamente hablando. DIYB (Do It Yourself Biology), haz biología por ti mismo. Esto significa estudiar, analizar, experimentar con el cuerpo humano usando algo externo, desde una vitamina o suplemento hasta tecnología”.
(Fuente: Blogthinkbig.com Gabriel Bergel)
Suena un poco a Dr. Jekill, verdad? Pues te sorprenderá saber que en realidad, muchos de nosotros somos biohackers. Cuando decidimos ir contra corriente con lo estipulado y experimentar la prueba error con uno mismo.
Si resuena en tí alguna de estas acciones, entonces tú también tienes algo de Biohacker.
Raquel
Raquel