Aunque parezca que los deportistas actuales la hayan puesto de moda, la terapia con ventosas o cupping se remonta al 3300 AC…y cuando algo lleva tanto tiempo funcionando…es que algo bueno tendrá no?

La mejoría que otorga este tipo de masajes, al estimular la circulación sanguínea y la linfática es asombrosa. 

Es una de las mejores terapias descontracturantes que existe, sin lugar a dudas. 

En las sesiones, dependiendo de la tolerancia al dolor, o bien se mantienen las ventosas fijas, o bien se deslizan realizando un masaje inverso, una vez han hecho el vacío. 

La zona gemelar es de las más dolorosas, pero el dolor que se siente es proporcional al bienestar una vez se acaba. Tus piernas flotan. La tensión en cuello desaparece. La espalda se aligera. En resumen, tu cuerpo te lo agradecerá.