casi cinco Años DespUÉs...
La pregunta del millón...
¿Es saludable y sostenible en el tiempo llevar una alimentación cetogénica?
Pues según mi propia experiencia y después de unos cuantos años experimentando, mi respuesta es SI.
Pero quizás esa no sea la pregunta correcta…
Quizás nos deberíamos preguntar si todo el mundo puede o debe llevar este estilo de vida. Y la respuesta es: DEPENDE. Depende del daño que tengas, metabólico, hormonal. Depende de las ganas por sanar, depende de lo comprometido que estés, de lo disciplinado que seas y depende del nivel de excelencia que quieras conseguir en tu salud.
Hay varios tipos de alimentación cetogénica. Hay que encontrar el que mejor se adapte a ti, formulando correctamente los macros en función de las necesidades de tu organismo.
No es un camino fácil.
Tropezarás mil veces. Pero ningún cambio de hábitos lo es. Y menos si se trata de cambios en la alimentación o rutinas de ejercicio. Conlleva un esfuerzo, se necesita un aprendizaje, una transición, una adaptación. Y porqué no, un equilibrio.
¿Cuál es la mejor parte? Que cuando has pasado esa adaptación, unos tres-seis meses, a veces más (desconfía de los retos de 30 días) es casi seguro que ya no querrás volver a lo de antes. Y cuando digo lo de «antes», me refiero a una alimentación inflamatoria, con carbohidratos refinados y azúcares. Puedes perfectamente estar en una alimentación Low-Carb, practicando ayunos intermitentes que no te supongan ningún tipo de estrés, y obtener el máximo de beneficios de una alimentación consciente.
Te ayudará muchísimo el hecho de no sentirte inflamado, de tener mejor humor por no estar dependiendo de la fuerza de voluntad, algo que es sumamente agotador y que tiene fecha de caducidad, porque la fuerza de voluntad es finita.
Si Harvard otorgara títulos...
Posiblemente tendríamos un Cum Laudem en dietas, ¿verdad?
No hace falta tener un trastorno de conducta alimentaria. Hoy en día, aunque nos echemos las manos a la cabeza, aseguraría que el 90% de la sociedad es adicta a la comida, sobre todo al azúcar y procesados. Comemos como robots, sin consciencia, engullendo como pavos, sin sentido y sin hambre real.
Y también aseguraría, que la mayoría de esas personas desean con todas sus fuerzas dejar de ser esclavos de la comida. Sentirla como puro combustible, la gasolina que nuestro cuerpo necesita para tirar. Y disfrutarla al comer. Comer con hambre con ganas y CONSCIENTES.
no hay nAda escrito en pIEDrA
Lo vuelvo a repetir en este apartado: NO HAY NADA ESCRITO EN PIEDRA. Por lo tanto, me gustaría dejar claro que si a ti te va bien otro camino, está bien! No tienes porqué cambiar. Pero si por el contrario vives con dolor, con cansancio, con daño metabólico, con diabetes grado 2, con resistencia a la insulina, alergias, intolerancias alimentarias, eczemas, etc…creo que sería bueno que valoraras la opción de experimentar en este estilo de vida. Quién sabe….Quizás encuentres tu camino en él como hice yo. Y una vez hayas reseteado tu metabolismo, hacer la transición a una low-carb. Yo voy y vengo por temporadas. Disfruto de la vida y de la comida. Y hasta de un almidón resistente!
¿Qué pierdes por intentarlo?