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"KALDO" DE HUESOS

¿Panoramix y su poción mágica???

¿No sería el caldo de huesos la «pócima mágica» que preparaba el druida Panoramix  para sus aldeanos?? hummmmm Es posible…es posible…

Un caldo con maravillosas propiedades, que como dice el proverbio, resucita hasta los muertos.

¿Sabías que medio kilo de huesos pueden hacer un caldo tan sustancioso como con 3 kilos de carne? ¿Y que un kilo de huesos produce tres veces más gelatina que un kilo de carne?  

El caldo de huesos es un plato saludable, sano y económico. No lo perdamos de vista!

Quizás esté de vuelta de tuerca al pasado, pero la realidad es que la cocina de nuestras madres y abuelas, por no decir antepasados, estaba y continúa estando a años luz de la actual. Tan de moda todo…

El resultado final de la cocción a fuego lento, importante para que los huesos suelten toda su sustancia, es una infusión rica en minerales
como el fósforo, el magnesio y el calcio, que nuestro cuerpo absorbe con gran facilidad.

Es rico en glicina, aminoácido esencial que facilita la digestión y favorece la regeneración celular, ayuda a prevenir problemas osteoarticulares, protege las articulaciones y los cartílagos y todo ello gracias a su efecto antioxidante. 

Pero…¿Cuál es en realidad la verdadera piedra filosofal del caldo de huesos? El colágeno. Tan necesario y escaso en nuestro día a día. Los alimentos que más colágeno tienen, son justamente los que menos tomamos. Huesos, las patas de los animales, los cartílagos, etc…

Desde Super Ratón a Antoine-Alexis Cadet de Vaux

Ya lo decía SuperRatón en los años 80, ¿recuerdas?: «No olviden Vitaminarse y Supermineralizarse!»

Estoy segura que este pequeño ratón, cada día se tomaba un vasito de caldo de huesos junto a un trocito de emmental.

Pero no creas que sólo lo recomendaba nuestro amigo el ratoncito! 

Si nos remontamos a Paris, al año 1803, nos encontramos al científico, farmaceútico y filántropo Francés, Antoine-Alexis Cadet de Vaux, quién investigó las propiedades milagrosas de la gelatina del caldo de huesos y realizó un estudio, que dio como resultado su obra «Mémoire sur la gélatine des os et son apllication à l´économie alimentaire», ( leer más).

En ella, explica las propiedades y cualidades maravillosas del caldo de huesos y del colágeno.

beNeficioS

Pues de entre los mil un millón, únicamente voy a escoger unos cuantos.

  • Aliado perfecto en las personas que padecen artritis (leer más) o dolor articular. Por su composición en glicina y porque contiene también glucosamina y condroitina, beneficiosas para la regeneración del cartílago y protegiéndolos del desgaste.
  • Como desintoxicante natural del organismo, gracias al glutatión y la glicina.
  • Rico en colágeno y gelatina, protege las articulaciones y los huesos. Mantiene sanos el pelo, las uñas y la piel.
  • Fundamental en la recuperación del intestino permeable (leer más).
  • Fundamental en casos de recuperación de Hipoclorhidria (leer más)
  • Favorece las digestiones.
  • Alimento completísimo, denso en nutrientes esenciales, reduce el estrés y la inflamación.
  • Ayuda a controlar el hambre.
  • Fundamental en casos de gripe o resfriados.

ingredieNtes

  • 4 ó 5 huesos de ternera, cerdo, alguno de jamón. 
  • Carcasas de pollo, gallina.
  • Un muslo de gallina vieja. ( a veces).
  • Las cáscaras limpias de unos 6 huevos. (extra de calcio¡¡).
  • 1 pie o manita de cerdo. 
  • 4 trozos de rabo de ternera/buey/toro.
  • Unas seis patitas de pollo.
  • Cebolla, apio, un trocito de jengibre, un puerro.
  • 2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana.
  • Una cucharadita de sal.

Esta lista de ingredientes es como lo suelo hacer yo. Es evidente que no tienes que ponerlos todos si no quieres. 

De hecho, con los huesos, las verduras y la manita de cerdo (mayor colágeno) sería suficiente. 

Mi excusa, es que mi mezcla de raíces: andaluza (puchero), burgalesa (sopa castellana tradicional)  y catalana (escudella), no me permite poner menos.

Ya bastante hago con haber quitado el galet gigante que acompaña el caldo catalán

 
 
 

elaboracióN

Lavar bien los ingredientes e introducirlos en la olla. Cubrir de agua. Yo utilizo agua filtrada, pero si no tienes filtro, pues agua del grifo o embotellada.

Al agua de cocción le añado dos cucharadas de vinagre de sidra de manzana con la madre, (si no tuvieras, le puedes poner del normal). El vinagre ayuda a que los huesos suelten sus minerales y se queden en el agua de cocción. Y  añado la pizca de sal. 

Durante los primero 20 minutos, lo pongo a cocer a fuego fuerte y con un espumillón retiro la espuma gris que aparece. Después, lo pongo a fuego lento y dejo cocer durante horas. Entre 6-8-10 horas…

Una vez listo, lo cuelo y dejo enfriar para poder retirar el exceso de grasa. Al enfriarse, se soldifica, ya sabes, gracias a las fuerzas de Van der Vaals y es muy fácil retirar el exceso.

Esta grasa la puedes reutilizar como grasa natural para cocinar. 

El caldo lo puedes tomar sólo, con unas briznas de cilantro, con cebollino, una pizca de cúrcuma, un poquito de jengibre en polvo… como quieras, pero tómalo! 

También lo puedes congelar y reservar para otro u otros días. 

momENTOS

Recuerdo cuando niña, que mi madre nos preparaba este caldo día sí y día también. 

Normalmente lo acompañaba de carne. La cortaba a trocitos en crudo, tamaño muy muy pequeño y los ponía directamente en el caldo caliente. La carne se hacía sin necesidad de cocinarla y sin perder ni uno de sus nutrientes.

Con mis hijos, repito lo mismo y tengo que decir que les encanta. Ellos son carnívoros ( por naturaleza o genética, quis scit) y la carne, mientras más Blue o Rare, mejor.  

Mi madre también lo hacía con albóndigas. Y con galets gigantes en Navidad… como olvidarlos. Momentos nostálgicos…

alternativAs

Si por el motivo que sea, no tienes tiempo, no te apetece, motivo X y no lo preparas, no te quedes sin tomarlo.

Dejo el enlace de la web donde yo lo he comprado a veces, y aparte de atenderte unas personas maravillosas y encantadoras, el caldo está delicioso. La web Caldo Santa Paciencia.