Terapia gESTALT
¿Qué sentido tiene esto de ir a terapia?

¿Qué es la Terapia Gestalt?
Podría darte una definición académica:
Que la Terapia Gestalt es una corriente humanista, centrada en el presente, en el “darse cuenta”, en el contacto con uno mismo y con el entorno. Que no busca tanto interpretar como acompañar lo que está vivo ahora, sin juicio, sin prisa. Todo eso es cierto, y puedes encontrarlo en libros, artículos y formaciones.
Pero yo quiero hablarte desde otro lugar. Desde la experiencia. Desde lo que ha significado para mí atravesar este camino.
La terapia Gestalt, lejos de ser una técnica, ha sido para mí una forma de volver a habitar mi propia vida.
Una manera de ir quitándome capas, máscaras, automatismos… y de empezar a mirar con más honestidad aquello que estaba ahí desde siempre, esperando ser visto. No desde la cabeza, sino desde el cuerpo, desde la emoción, desde la presencia.
Y eso no ha sido fácil.
Porque, como muchos, aprendí a funcionar, a adaptarme, a sobrevivir. Aprendí a “estar bien” aunque por dentro doliera. A seguir adelante, a cumplir, a sostener… aunque eso supusiera alejarme de mí.
La Gestalt me ha enseñado a detenerme. A escucharme con más profundidad. A darme cuenta de cuánto de lo que hago viene del miedo, del pasado, de heridas que no supe nombrar en su momento. A veces me he descubierto repitiendo patrones antiguos con la esperanza inconsciente de que esta vez duela menos, de que por fin alguien me vea, me escuche, me ame como necesito.
Y sin embargo, el verdadero trabajo no ha sido esperar eso de afuera, sino empezar a dármelo yo. No desde la exigencia, sino desde la compasión. No desde la autoayuda superficial, sino desde un proceso real de contacto, de sostener lo que hay: el dolor, la rabia, la vergüenza, el miedo… y también la fuerza, el deseo, la alegría de estar vivo.
Porque, como decía Perls, en Gestalt no tratamos de cambiar a la persona. No buscamos que “mejores” ni que “superes” nada. Queremos que seas más tú. Que recuperes la responsabilidad sobre tu vida, que elijas con más conciencia, que descubras que tu historia tiene sentido… incluso en sus partes más difíciles.
La Gestalt no es un lugar donde te dicen qué hacer. Es un espacio donde puedes empezar a recordar quién eres, más allá de todo lo que te enseñaron a ser.
Eso, al menos, es lo que ha significado para mí.